jueves, 23 de enero de 2014

HAY OTROS MUNDOS, PERO ESTÁN EN ÉSTE


  ¡Hola amiguitos!
 Cada vez estoy mas convencido de que el que dijo aquello de “hay otros mundos, pero están en éste” tenía mas razón que un santo (lo dijo Paul Élouard, lo he mirado en la Wikipedia). En este mundo que vivimos hay muchos mundos. Y, desde luego, no todos vivimos en el mismo. Ni mucho menos.
 Os pongo un ejemplo.
 En el mundo en que yo vivo (que es muy probable, amiguitos, que sea el mismo en que vivís vosotros) casi toda la Europa civilizada está profundamente consternada por el paso atrás que representa, para los derechos de la Mujer y, por ende, del Ser Humano, la retrograda y meapilesca ley del aborto de Gallardón (estas ultimas palabras que cada uno las lea como le parezca), hasta el punto de que el Parlamento Europeo le ha pedido que la retire. Sin embargo, en el mundo en que éste vive (y en el que vivirán también, supongo, sus amiguitos, como los de la Conferencia Episcopal) toda Europa comulga (literalmente) con sus tesis y está encantada con su ley, como él mismo ha manifestado hace poco. Ademas de que, en ese mundo, cualquiera puede hacer frente a la carga económica que representaría un hijo con malformaciones sin necesidad de recibir ayudas del Estado (de ahí que estén recortando las prestaciones por Dependencia) y, quien decide no tenerlo no es, por tanto, por este motivo, si no que es como el que devuelve a la fabrica un producto defectuoso o incompleto. Vamos, un mundo habitado por seres de una catadura moral elevadísima.
 Y éste no es el único ejemplo. Está, también, el mundo en el que vive Rajoy (aunque creo que en éste vive él solo, sin amiguitos), en el que la marca España goza de un amplio y merecido reconocimiento (y no, precisamente, por el “cuentito”), y él la representa dignamente, con su natural desenvoltura, clase y savoir faire, en todos los foros internacionales.
 O el mundo en el que viven Montoro y de Guindos, con sus amiguitos banqueros y de la CEOE, en el que, ademas de que los salarios crecen (aunque moderadamente) la economía española va viento en popa, estamos saliendo de la crisis y no somos el segundo país de Europa en desigualdad social.
 O en el que vive Felipe Gonzalez, con sus amiguitos Aznar, Acebes, Salgado, etc., en el que las grandes empresas del sector de la energía ofrecen puestos en los que ganar un pastizal sin tener que hacer nada, solo aburrirse, y lo hacen por pura filantropía, no para agradecer los servicios prestados, como ocurre en otros mundos mas prosaicos y terrenales.
 Podría seguir ofreciéndoos mas ejemplos, pero creo que con éstos basta para demostrar mi tesis de que no todos vivimos en el mismo mundo, si no que existe una gran variedad de ellos coexistiendo en el tiempo y el espacio.
 Lo que no tengo muy claro es el tema de la “movilidad” entre los mundos. Por que, si bien hay gente que parece cambiar de uno a otro con la misma facilidad con que se cambian de chaqueta (y en este caso no lo digo solo literalmente), los que hemos nacido en el que yo vivo parece que estemos condenados a no abandonarlo jamas. Y mira que me gustaría..., de hecho me conformaría con cambiarme al menos de país, ya que no de mundo. Si alguno de vosotros, amiguitos, fuera capaz de explicarme como hacerlo le estaría eternamente agradecido.

 Salud y saludos

 Pelota Productions