jueves, 30 de enero de 2014

Y TU, ¿DE QUIEN ERES?


  ¡Hola amiguitos!
 La semana pasada, como hacen todos los años, se reunieron en Davos, una estación de esquí de alto standing en Suiza (¿que tendrá este país que les gusta tanto a los ricos?), los que podríamos denominar como los “Masters del Universo”, la flor y nata de las altas finanzas, la creme de la creme del Capitalismo.
  - Bueno, la nata, la crema y alguna que otra torta de polvorón. Porque España, después de que el mundo entero celebrase (literalmente, a carcajada limpia) su última aparición en un evento internacional, envió como representante ¡a Ana Botella!, que nivel, Maribel -
  El caso es que, este año, se han reunido bajo el lema “Reformando el Mundo”. Para que luego digan que la Crisis no ha afectado a todos. Los otrora todopoderosos y orgullosos magnates de la Construcción teniéndose que conformar con dedicarse a las Reformas, ¡quien te ha visto y quien te ve!.
  De todas formas se han mostrado bastante optimistas y parece que confían en que, finalmente, tras la reforma, les va a quedar un Mundo precioso. Muy arregladito, amplio, despejado y, sobre todo, con grandes beneficios. Enormes beneficios.
 Y no son los únicos en mostrarse optimistas. Ahí está la frase que nuestro carismático presidente, Mariano Rajoy, pronunció en una de las actuaciones de su tournee por las Américas (presumiblemente después de visitar Jamaica): “Tendremos un mañana repleto de días azules y cara al Sol”.
 ¿Como?..., ah!..., ¿que dijo “soleados”, no “cara al Sol”?. Bueno, cuestión de pequeños matices. Ya sabemos que Rajoy no es de los que hilan muy fino, precisamente. Pero todos entendemos lo que quiso decir y la clase de esplendoroso futuro que nos augura y ofrece. Tanto él como los de la élite de Davos
 ¿Todos?. No. Porque un pequeño grupo de irreductibles continua resistiendo, todavía y siempre, al avance de la civilización. Y, a base de promover motines y algaradas, y recurriendo, incluso, a la violencia, son capaces de conseguir echar por tierra proyectos, tan beneficiosos para la sociedad, como la construcción de un lujoso bulevar y un parking de pago en un barrio de descamisados (porque está claro que los vecinos de Gamonal, se mire como se mire, no se lo merecen), o la externalización de la sanidad madrileña para garantizar que ésta sea universal (menos para los "sin papeles", claro), gratuita (aunque sea con copago), de calidad (media-baja, el que quiera algo mejor puede ir al Ruber o hacer venir un especialista de los Estados Unidos) y, sobre todo, un buen negocio.
 Y estos magnos proyectos, que están, ademas, promovidos por dos altos cargos elegidos democráticamente (propietarios, curiosa coincidencia, de sendos lujosos y polémicos áticos), con la desinteresada colaboración de un constructor (de pasado algo turbio) y de las multinacionales de la sanidad (que han acabado contratando a los tres últimos Consejeros de Salud de la Comunidad de Madrid), estos proyectos, como digo, que iban a producir tan sustanciosos beneficios, se han visto truncados por unos don nadie que creen que la Democracia está en la calle y todos los días, y no en las urnas cada cuatro años.
 Todo lo cual, amiguitos, me hace pensar que existe una probabilidad de que, ese futuro por el que tan duramente están trabajando, codo con codo, magnates y políticos, no llegue a hacerse realidad. 
 Simplemente imaginad que, tras ver lo ocurrido con Gamonal o con la Marea Blanca, al ciudadano de a pie le da por pensar y por preguntarse: y tu, ¿de quien eres?. Sería la hostia.

Salud y saludos.

Pelota Productions