¡Hola
amiguitos!
¡Albricias!, ¡regocijo y
alborozo!, ¡bien, viva, bravo y hurra!. Por fin vuelve la alegría a
los hogares españoles y nuestras insípidas vidas vuelven a cobrar
interés. ¡Empezó la Liga!. ¡Ya esta aquí el FURGOL!.
Que cada vez nos darán menos “panem”
y mas malo pero, eso si, hay que reconocer que tenemos uno de los
mejores “circenses” del mundo.
Por fin los periódicos podrán
dedicar sus paginas a algo verdaderamente interesante y no se verán
obligados, para seguir vendiendo ejemplares, a buscar escándalos o
airear corruptelas. La prensa del régimen podrá dar un descanso a
los becarios creativos, que, en estas ultimas semanas, se han debido
estrujar las meninges al máximo, por que han batido todos los
récords de ingenio e imaginación. Y nuestros pobres y sufridos
líderes podrán relajarse un poco, que merecido lo tienen después
del veranito que llevan. Que, entre EREs y Bárcenas, estas
vacaciones han debido de ser un sinvivir. Me imagino al pobre Mariano
que ni a los puros le ha debido sacar gusto. Y a Rubalcaba, que este
año no ha tenido cuerpo ni para Rodiezmos.
Si hasta han tenido que recurrir al
viejo tema de Gibraltar, con todos los inconvenientes que tiene. Por
que, por un lado, basta decir: ¡Gibraltar!, para que el celtíbero
unicejo que todos llevamos dentro se agite y añada a gritos:
¡español!, pero por otro, como digo, es un asunto que tiene muchas
pejigueras. No tanto por los posibles conflictos diplomáticos que
pueda acarrear, ya que, tratándose de la Pérfida Albión, éstos
suelen ser electoralmente rentables para ambas partes, y, mucho
menos, por los inconvenientes que se cause a los habitantes de la
zona (¿cuando ha sido eso impedimento para nada?), sino,
principalmente, por que se entorpece la normal actividad de los
cientos de empresas (dos por habitante) radicadas en su incomparable
marco fiscal y eso es algo que está muy feo. Por no hablar de que a
algún extremista se le puede ocurrir mencionar a Ceuta y Melilla y
ya la tenemos liada (menos mal que,este año, el primo de Marruecos
estaba entretenido indultando pederastas y otras actividades propias
de su linaje y alcurnia y no ha aprovechado la ocasión para arrimar
el Perejil a su salsa).
Pero, felizmente, ya está aquí de
nuevo el fúmbol y pronto las cosas volverán a sus cauces normales.
Seguro que dentro de quince días Gibraltar ha desaparecido de los
medios de comunicación y los empresarios pueden seguir dedicándose
a sus trapicheos y evasiones con su habitual desparpajo y
tranquilidad. Y a noticias como las inocentes travesuras de la alegre
muchachada de las Nuevas Generaciones del PP se les volverá a dar la
importancia que realmente tienen (¡que chiquillos estos!, se merecen
una página de la Galería de Personajes Inefables, ¡tan
juguetones!) ante asuntos de verdadera trascendencia como si
Cristiano está triste o contento o si hace, o no, la caquita dura y
ante declaraciones de autentico calado social como “el fúmbol es
asín”, “son once contra once” o “no hay enemigo pequeño”.
La verdad es que no sabemos la suerte
que tenemos de ser españoles y vivir en España. No quiero ni pensar
lo triste que debe de ser que te haya tocado nacer, que se yo, en
Finlandia por ejemplo. Y no solo por lo de los suicidios y las
terracitas como apuntaba no hace mucho una de nuestras mas
influyentes intelectuales, que también, sino que ¿alguien conoce el
nombre de algún futbolista o de algún equipo finlandés?. Y es que,
amiguitos, no estamos contentos con nada. Tenemos la mejor Liga del
mundo mundial, sol y terracitas, ¿para que necesitamos una buena
educación o un gobierno honrado?. Dejemos todo eso para que otros
países menos afortunados que el nuestro se consuelen de no haber
recibido tantas bendiciones divinas como los españoles.
Salud y salidos
Pelota
Productions
P.D.:
Se me ocurre que, viendo la viñeta del comienzo de la Liga, algunas
personas susceptibles podrían llegar a la conclusión de que
considero el fúmbol como una actividad propia de individuos poco
cultivados y con una edad mental entre los siete y los doce. O, peor
aun, que pienso que los fumbolistas no saben como funciona un libro y
por eso los retrato reaccionando como lo haríamos cualquiera de
nosotros ante algo que no acabamos de comprender: golpeándolo con
saña. Pues no señor. Nada mas lejos de mi intención, amiguitos.
Nada mas lejos, incluso, de la realidad: no hace mucho el mismísimo
Leo Messi ha reconocido públicamente haber leído un libro (una
biografía de Maradona, nada mas y nada menos) y ahí le tenéis,
Balón de Oro y Defraudador Fiscal de Plata, tan jovencito.
Lo que ha
ocurrido es, simplemente, que, al poner la imagen de la tele, estaba
pensando en ruedas de prensa y tertulias deportivas y, por eso, los
fumbolistas aparecen en su actitud habitual en dichos actos: pateando
alegremente el diccionario.
Espero haber
aclarado el tema pues no quisiera herir sensibilidades.
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