miércoles, 25 de septiembre de 2013

Y EN ESE MOMENTO ..... APARECIÓ EL ABUSÓN

¡Hola amiguitos!
Parece ser, aunque los antropólogos no acaban de ponerse de acuerdo, que, por llevar una economía de subsistencia y una existencia nómada, que impedía poseer mas de lo que cada uno pudiera llevar consigo, las sociedades primitivas eran bastante solidarias. En cualquier caso todo esto cambió con la aparición de la ganadería y la agricultura y el fin de la trashumancia. La sociedad empieza a producir mas de lo que consume y a almacenar los excedentes. Y en ese momento apareció el abusón (supongo que forma parte de la naturaleza humana); mas fuerte y/o mas “espabilado” que el resto, el abusón decide apropiarse de los excedentes para vivir mejor y trabajar menos que los demás. Para conseguirlo tendrá dos caminos. Por un lado podrá recurrir a la fuerza, contratando sicarios, y, por otro, a la persuasión, contratando voceros que convenzan al pueblo de la “superioridad” del abusón y, por tanto, de su derecho a abusar (en este campo son especialmente eficientes los sacerdotes, quien mejor que la divinidad para legitimar cualquier dislate), aunque, generalmente, recurrirá a las dos cosas a la vez. Naturalmente también es necesaria la existencia de una gran mayoría silenciosa de tontos útiles, medrosa y pusilánime (esto también forma parte de la naturaleza humana), que permita los abusos.
Es evidente que esta situación se ha venido manteniendo hasta nuestros días, pero también lo es que, poco a poco, se ha ido suavizando. Mas en las formas que en el fondo, es cierto, pero las cosas han ido cambiando y, a pesar de todo, tenemos cierta sensación de que la Humanidad va avanzando. Pero estos cambios no se han producido por si solos. En la naturaleza humana también está el mejorar las cosas y luchar contra la injusticia (aunque, por desgracia parece que en la de muy pocos) y, a lo largo de la Historia, han ido surgiendo corrientes que han sido las que han provocado los avances y las mejoras sociales. Por supuesto que ninguna de estas corrientes ha sido la panacea, cada una es fruto del momento histórico y las circunstancias de éste y, con el tiempo, acaban siendo superadas por la Historia y sustituidas por la siguiente, pero les debemos lo poco o lo mucho que ha avanzado nuestra Sociedad e, independientemente del nombre (de nuevo a vueltas con el lenguaje) y la forma que hayan tomado en cada momento me gusta pensar que todas forman parte de una Corriente mayor, la que busca un mundo mas justo y mas humano, y que merecen todo nuestro respeto. A nadie hoy día se le ocurriría declararse Jacobino, por ejemplo, pero hemos de reconocer que gracias a la Revolución Francesa la aristocracia y las monarquías empezaron a dejar de ser superiores y a perder sus privilegios lo cual fue un gran avance. Y, aun hoy, Libertad, Igualdad y Fraternidad me siguen pareciendo unos objetivos magníficos (no caigamos en el error de pensar que ya se han alcanzado) y escuchar La Marsellesa me sigue poniendo, en ocasiones, la piel de gallina.
Y es que, superando las trampas del lenguaje, que solo sirven para acrecentar la Ceremonia de la Confusión, mas allá de Liberales y Conservadores o de Izquierdas y Derechas, de lo que se trata, en el fondo, es de personas que piensan que el Mundo, aunque a ellos personalmente no les vaya mal, sigue siendo un lugar muy injusto que hay que mejorar y de personas que, generalmente por que a ellos no les va mal, piensan que así esta bien y que para que cambiar nada. O,dicho de otra forma, los de Abajo (o los que, aunque no estén abajo del todo, están con los de abajo) y los de Arriba (o los que, aunque tampoco están arriba, se creen que lo están por que hay otros mas abajo).
Naturalmente estos últimos siempre lo han tenido mas fácil, no tienen que proponer nada nuevo, les basta con defender lo existente y oponerse a cualquier cambio. Incluso a la hora de agruparse bajo una denominación siempre pueden utilizar el termino Conservadores. Independientemente de lo que quieran conservar. Por que, estrictamente hablando, si por los conservadores fuera, aun seguiríamos subidos a los arboles, pero, en la practica, lo que hacen es aceptar los cambios cuando ya están superados por la realidad (unos doscientos años mas tarde) y, una vez ahí, negarse a dar un paso mas. Fijaos si no con que entusiasmo defienden la Constitución de 1812 (ahora que resulta anacrónica y desfasada) los que en su momento, cuando realmente tenía sentido, se opusieron a ella a sangre y fuego. Con la misma desfachatez (en este caso tal vez habría que decir con la misma “fachatez”) con que descalifican por decimonónicas y obsoletas las teorías económicas marxistas o anarquistas mientras cantan las excelencias del liberalismo económico de Adam Smith que es del siglo XVIII. Ventajas de ser conservador. Nosotros, en cambio, si queremos ser consecuentes, tenemos que reconocer que, aunque a ellas les debamos todos los avances sociales del siglo XX (desde las vacaciones pagadas hasta la Sanidad y Educación Universales), las teorías de la Izquierda (elaboradas para la Primera y Segunda Revoluciones Industriales) no solo han quedado obsoletas en muchos aspectos en el mundo globalizado e informatizado de la Tercera Revolución Industrial, sino, también, los muchos errores cometidos cometidos en su aplicación. Y con todo esto elaborar una nueva teoría, acorde con la sociedad actual, que, si antes el Capitalismo salvaje no acaba con los recursos naturales y nos lleva a la extinción o de nuevo a la prehistoria, haga dar a la Humanidad un nuevo paso hacia un mundo mas justo. ¡Ardua tarea, amiguitos!.
Lo que también es cierto es que los avances sociales nunca han sido lineales, sino mas bien cíclicos, o pendulares, alternándose épocas de progresión y regresión, pasos adelante y pasos atrás Ahora mismo, desde los años 80 (por cierto, un día de estos os contare por que aborrezco lo que por todas partes nos han vendido como los “maravillosos 80”), estamos atravesando una de las etapas mas regresivas y reaccionarias de la Historia, que nos va a costar muchísimo, no ya superar, sino, simplemente, volver a estar como antes, si es que lo logramos. Por que, además, las conquistas sociales siempre han sido eso: conquistas. Ha habido que arrancarlas luchando contra abusones, sicarios, voceros y tontos útiles, y han costado mucha sangre y sacrificios. Y, normalmente, no ha bastado que la mierda nos llegase a la cintura, ni al pecho siquiera, para que se produzca una reacción. Habrá que esperar, como siempre, a que nos llegue a los labios y pasen una cuchilla al ras cada cuarto de hora. Somos así, que le vamos a hacer....

Salud y saludos 

Pelota Productions





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