Parece
ser, aunque los antropólogos no acaban de ponerse de acuerdo, que,
por llevar una economía de subsistencia y una existencia nómada,
que impedía poseer mas de lo que cada uno pudiera llevar consigo,
las sociedades primitivas eran bastante solidarias. En cualquier caso
todo esto cambió con la aparición de la ganadería y la agricultura
y el fin de la trashumancia. La sociedad empieza a producir mas de lo
que consume y a almacenar los excedentes.
Y en ese momento apareció el abusón
(supongo
que forma parte de la naturaleza humana); mas fuerte y/o mas
“espabilado” que el resto, el abusón decide apropiarse de los
excedentes para vivir mejor y trabajar menos que los demás. Para
conseguirlo tendrá dos caminos. Por un lado podrá recurrir a la
fuerza, contratando sicarios,
y, por otro, a la persuasión, contratando voceros
que
convenzan al pueblo de la “superioridad” del abusón y, por
tanto, de su derecho a abusar (en este campo son especialmente
eficientes los sacerdotes,
quien mejor que la divinidad para legitimar cualquier dislate),
aunque, generalmente, recurrirá a las dos cosas a la vez.
Naturalmente también es necesaria la existencia de una gran mayoría
silenciosa de
tontos útiles, medrosa y pusilánime (esto también forma parte de
la naturaleza humana), que permita los abusos.
Es
evidente que esta situación se ha venido manteniendo hasta nuestros
días, pero también lo es que, poco a poco, se ha ido suavizando.
Mas en las formas que en el fondo, es cierto, pero las cosas han ido
cambiando y, a pesar de todo, tenemos cierta sensación de que la
Humanidad va avanzando. Pero estos cambios no se han producido por si
solos. En la naturaleza humana también está el mejorar las cosas y
luchar contra la injusticia (aunque, por desgracia parece que en la
de muy pocos) y, a lo largo de la Historia, han ido surgiendo
corrientes que han sido las que han provocado los avances y las
mejoras sociales. Por supuesto que ninguna de estas corrientes ha
sido la panacea, cada una es fruto del momento histórico y las
circunstancias de éste y, con el tiempo, acaban siendo superadas por
la Historia y sustituidas por la siguiente, pero les debemos lo poco
o lo mucho que ha avanzado nuestra Sociedad e, independientemente del
nombre (de nuevo a vueltas con el lenguaje) y la forma que hayan
tomado en cada momento me gusta pensar que todas forman parte de una
Corriente mayor, la que busca un mundo mas justo y mas humano, y que
merecen todo nuestro respeto. A nadie hoy día se le ocurriría
declararse Jacobino, por ejemplo, pero hemos de reconocer que gracias
a la Revolución Francesa la aristocracia y las monarquías empezaron
a dejar de ser superiores y a perder sus privilegios lo cual fue un
gran avance. Y, aun hoy, Libertad, Igualdad y Fraternidad me siguen
pareciendo unos objetivos magníficos (no caigamos en el error de
pensar que ya se han alcanzado) y escuchar La Marsellesa me sigue
poniendo, en ocasiones, la piel de gallina.
Y
es que, superando las trampas del lenguaje, que solo sirven para
acrecentar la Ceremonia de la Confusión, mas allá de Liberales y
Conservadores o de Izquierdas y Derechas, de lo que se trata, en el
fondo, es de personas que piensan que el Mundo, aunque a ellos
personalmente no les vaya mal, sigue siendo un lugar muy injusto que
hay que mejorar y de personas que, generalmente por que a ellos no
les va mal, piensan que así esta bien y que para que cambiar nada.
O,dicho de otra forma, los de Abajo (o los que, aunque no estén
abajo del todo, están con los de abajo) y los de Arriba (o los que,
aunque tampoco están arriba, se creen que lo están por que hay
otros mas abajo).
Naturalmente
estos últimos siempre lo han tenido mas fácil, no tienen que
proponer nada nuevo, les basta con defender lo existente y oponerse a
cualquier cambio. Incluso a la hora de agruparse bajo una
denominación siempre pueden utilizar el termino Conservadores.
Independientemente de lo que quieran conservar. Por que,
estrictamente hablando, si por los conservadores fuera, aun
seguiríamos subidos a los arboles, pero, en la practica, lo que
hacen es aceptar los cambios cuando ya están superados por la
realidad (unos doscientos años mas tarde) y, una vez ahí, negarse a
dar un paso mas. Fijaos si no con que entusiasmo defienden la
Constitución de 1812 (ahora que resulta anacrónica y desfasada) los
que en su momento, cuando realmente tenía sentido, se opusieron a
ella a sangre y fuego. Con la misma desfachatez (en este caso tal vez
habría que decir con la misma “fachatez”) con que descalifican
por decimonónicas y obsoletas las teorías económicas marxistas o
anarquistas mientras cantan las excelencias del liberalismo económico
de Adam Smith que es del siglo XVIII. Ventajas de ser conservador.
Nosotros, en cambio, si queremos ser consecuentes, tenemos que
reconocer que, aunque a ellas les debamos todos los avances sociales
del siglo XX (desde las vacaciones pagadas hasta la Sanidad y
Educación Universales), las teorías de la Izquierda (elaboradas
para la Primera y Segunda Revoluciones Industriales) no solo han
quedado obsoletas en muchos aspectos en el mundo globalizado e
informatizado de la Tercera Revolución Industrial, sino, también,
los muchos errores cometidos cometidos en su aplicación. Y con todo
esto elaborar una nueva teoría, acorde con la sociedad actual, que,
si antes el Capitalismo salvaje no acaba con los recursos naturales y
nos lleva a la extinción o de nuevo a la prehistoria, haga dar a la
Humanidad un nuevo paso hacia un mundo mas justo. ¡Ardua tarea,
amiguitos!.
Lo que también es cierto es que los
avances sociales nunca han sido lineales, sino mas bien cíclicos, o
pendulares, alternándose épocas de progresión y regresión, pasos
adelante y pasos atrás Ahora mismo, desde los años 80 (por cierto,
un día de estos os contare por que aborrezco lo que por todas partes
nos han vendido como los “maravillosos 80”), estamos atravesando
una de las etapas mas regresivas y reaccionarias de la Historia, que
nos va a costar muchísimo, no ya superar, sino, simplemente, volver
a estar como antes, si es que lo logramos. Por que, además, las
conquistas sociales siempre han sido eso: conquistas. Ha habido que
arrancarlas luchando contra abusones, sicarios, voceros y tontos
útiles, y han costado mucha sangre y sacrificios. Y, normalmente, no
ha bastado que la mierda nos llegase a la cintura, ni al pecho
siquiera, para que se produzca una reacción. Habrá que esperar,
como siempre, a que nos llegue a los labios y pasen una cuchilla al
ras cada cuarto de hora. Somos así, que le vamos a hacer....
Salud y saludos
Pelota
Productions
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