jueves, 26 de septiembre de 2013

EL TRÍO TAN PANCHOS

¡Hola amiguitos!
Viendo los anuncios de la tele uno tiende a pensar que los empresarios son un grupo de entrañables filántropos que montan sus empresas, no con el prosaico y vil propósito de forrarse hasta que les salga la pasta por las orejas, sino con la magnánima y elevada intención de proveer hasta nuestras mas minúsculas necesidades y de hacer que nuestras vidas sean mas felices y placenteras. Y así debe de ser, puesto que dejamos en sus manos necesidades tan vitales para nuestra supervivencia como la energía, la vivienda, los alimentos o las medicinas. ¿Alguien se imagina mayor estupidez que supeditar la satisfacción de nuestras necesidades básicas a que ésta coincida o no con los intereses crematísticos de un puñado de avarientos capaces de explotar niños con tal de añadir otro millón a su ya astronómica cuenta corriente?. Imaginaos, podrían darse casos tan absurdos como que, habiendo miles de viviendas vacías, mucha gente careciera de una. O que nadie quisiera hacerse cargo de una investigación a punto de conseguir la cura de una grave y rara enfermedad por que, al ser rara, el producto contará con poca demanda. O, incluso, que en unos países se destruyeran alimentos mientras en otros el hambre es endémica. Vamos, un dislate.
Así que, cuando veo las condiciones cada vez mas draconianas que los pobres empresarios, obligados por la crisis que hemos provocado viviendo por encima de nuestras posibilidades, se ven obligados a pedir a un gobierno que cada vez les pone mas dificultades mientras mima y malcría a los ciudadanos de a pié, no puedo por menos de compadecerme del pobre Joan Rosell. Me imagino lo mal que lo estará pasando y el cargo de conciencia que tendrá el pobre. Animalico...
Por eso, esta semana, le he dedicado una página de la Galería de Personajes Inefables: el Empresario Insaciable; en su búsqueda de un mundo mejor, por supuesto.
Y del mundo de los anuncios publicitarios al no menos glamouroso mundo del espectáculo y la farándula. Esta semana ha tenido lugar, con gran éxito de critica y público, la presentación en los juzgados del ultimo disco (rayado) del afamado Trío tan Panchos. Los autores de temas tan memorables como El petrolero al quinto pino, o la Milonga de la Economía Sostenible, o el reciente número uno en todas las listas: El Finiquito, nos ofrecen la última muestra de su genio y de su ingenio, encabezada por el que va camino de convertirse en el próximo hit del grupo, la desopilante No me consta, un temazo con el que, a buen seguro, las emisoras de radiodifusión y propaganda nos van a macha..., perdón, a obsequiar los oídos próximamente y que seguro que mas de uno se va a apresurar a versionar. El disco incluye, también, ademas de un puñado de temas nuevos (futuros candidatos a los hit parades como Sobrecito marrón o No lo recuerdo), una nueva remezcla del viejo éxito de Angel Sanchís y Rosendo Naseiro Señores que lo dan, y una magnifica nueva versión de El Finiquito, con un mayor protagonismo de la voz de tenorito cortijero de Javier Arenas.
El trío demostró estar en una forma excelente, con unas interpretaciones en la linea a que nos tienen acostumbrados, con la mayor desfachatez y sin descomponer el gesto en ningún momento. Ademas, en un gesto que les honra, el trío ha declarado que los beneficios de la gala se destinarán, íntegramente, a la asociación benéfica Consortes Con Suerte, una sociedad sinónimo de lucro presidida por Pedro Arriola, marido de Celia Villalobos, de cuya junta directiva forman parte los cónyuges de Ana Mato, Teófila Martínez, el mismísimo Jose Mari Aznar o la propia Dolores de Cospedal.
Únicamente cabe lamentar que, dada la calidad y la fantástica puesta en escena del Trío tan Panchos (recientemente Cospedal ha gastado varios miles de euros en mejorar la iluminación y el sonido de sus actuaciones), ofrezcan sus galas en locales de aforo medio como los juzgados y el Congreso, en lugar de hacerlo, como sin duda ocurriría de tratarse de un grupo extranjero, en los grandes escenarios que su arte merece como los de Alcalá Meco o Soto del Real. Pero, ya se sabe, nadie es profeta en su tierra y, en este país, quizás debido a la envidia, nuestro pecado nacional, nunca hemos sabido reconocer los méritos de nuestros compatriotas. Una lastima.
Y, por esta semana, nada mas, amiguitos. Solo desearos que seáis muy felices y que disfrutéis de este mundo lleno de paz, amor, colorines y buenas intenciones que, si sale en los anuncios, será por que es así, aunque algunos desafectos descontentos se empeñen en negarlo.

Salud y saludos 

Pelota Productions



 

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